¿Quién debe inyectarse Botox?

Es una pregunta sencilla con una respuesta compleja.

Existe la creencia extendida de que «sólo las personas mayores» necesitan Botox®. Si bien es cierto que estos productos son formas populares y no invasivas de reducir la aparición de arrugas y líneas finas, de ninguna manera están pensados «sólo para personas mayores».

¡DERRIBEMOS LOS MITOS DEL BOTOX!

El envejecimiento es un proceso natural e inevitable en el que se producen intrincados fenómenos biológicos a nivel molecular, celular y sistémico que dan lugar a una disminución gradual de los procesos y funciones fisiológicas. Esto ocurre en todos los órganos del cuerpo, incluidos la piel, huesos y tejidos blandos. Las arrugas y flacidez de la piel de la cara y el cuello se deben, entre otros factores, a la pérdida de grasa, la reabsorción ósea y la disminución en la producción de fibras de colágeno.

Aunque el envejecimiento es una parte natural de la vida, en él influye una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida, como el estrés y la exposición al sol. Cada persona envejece de forma diferente y, por lo tanto, no existe una edad determinada para empezar con inyecciones.

También hay pruebas que avalan el efecto profiláctico o preventivo del Botox. Después de más de tres décadas en el mercado, es evidente que las inyecciones de Botox en etapas tempranas de la vida, antes de que se marquen las líneas y los surcos, son una forma segura de suavizar el aspecto de la piel envejecida.

Por lo tanto, el Botox no es «sólo para personas mayores» y muchas personas pueden beneficiarse de los efectos de este gran producto. Sin embargo, aunque son buenas noticias, recomendamos esperar al menos hasta los 20 años para empezar con las inyecciones de neurotoxinas.